Estancadas las negociaciones con los brigadistas tras casi un mes de huelga
La empresa y los trabajadores mantienen inamovibles sus propuestas de mejora salarial para un colectivo que empieza su cuarta semana de huelga indefinida
La reivindicación salarial se ha convertido en el principal escollo de las negociaciones abiertas entre la empresa pública Tragsa, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF), que este lunesempezaron su cuarta semana de huelga indefinida. En plena campaña de verano. "Estamos en punto muerto", reconocen los representantes de los trabajadores, que exigen una mejora media del suelo del 35%, frente al 8,5% planteado por la compañía —condicionada, esta última subida, a que el Gobierno central modifique en el futuro la ley de presupuestos para permitirla—. Actualmente, cobran entre 900 y 1.000 euros, en 16 pagas.
En la práctica, la propuesta de la empresa se traduciría en 2016 en un incremento de solo 1%. Este es el máximo porcentaje de alza salarial que permite, para las empresas públicas, la normativa presupuestaria aprobada por el Ejecutivo de Rajoy para el próximo año. "Pese a ello, existe la voluntad de llegar a un acuerdo antes de que acabe la campaña de verano. Nuestro deseo es que sea antes de que finalice este mes", ha explicado este miércoles Jorge Hernández, director de Recursos Humanos de Tragsa; que ya afirmó, al inicio de la huelga, que la compañía no "puede ceder a un aumento de las retribuciones del nivel" planteado por los trabajadores. "No es razonable ni proporcionado", ha añadido esta mañana.
Las partes mantuvieron el martes una nueva reunión para acercar posturas: la duodécima desde finales de junio. En este último encuentro, los brigadistas y la empresa también se enfrentaron al abordar la posibilidad de reconocer a los empleados dentro de la categoría de bombero profesional, como exigen los miembros de las BRIF. "No se les puede incluir en ese grupo porque los bomberos forestales se ocupan de también de riadas y otras contingencias medioambientales. En estos momentos se les considera Especialistasy planteamos que pasen a denominarse Brigadistas de extinción de incendios forestales", recalca Tragsa. Un cambio que no aceptan los representantes de los trabajadores. "Que nos califiquen como bombero forestal no implica que asumamos nuevas competencias. La compañía, como recoge la ley, puede delimitarlas", insiste Jorge Nieto, delegado sindical de CC OO.
No es razonable ni proporcionado el aumento salarial propuestoJorge Hernández, director de Recursos Humanos de Tragsa
Las diferencias se han resuelto, en cambio, en otro punto. A falta de cerrar "los últimos flecos", reconocen las dos partes, Tragsa acepta crear puestos de segunda actividad para aquellos brigadistas que, por edad o lesión, no puedan seguir luchando contra el fuego. "Desarrollarán funciones de apoyo logístico. Aunque, en este asunto, aún falta por definir cuánta gente habrá en cada una de las diez bases", ha explicado Hernández. Los 545 trabajadores deben superar todos los años una prueba física. "Si no lo hacemos, nos vamos a la calle", denunciaba Nieto, que pedía que estas personas "se encargasen del mantenimiento de las instalaciones o de conducir los camiones, por ejemplo".
Con unas cifras de seguimiento de la huelga del 78%, según la empresa, el final del parón laboral aún queda lejos. La empresa planteara esta semana a los sindicatos una nueva propuesta. Y las partes volverán a reunirse este viernes o el próximo lunes.
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