¿Es capaz el agua de apagar el fuego?
Una colilla de cigarrillo mal apagada, y es el drama: todo se enciende y se quema. Su primer reflejo es lanzar un gran cubo de agua sobre el fuego. ¿Pero es de verdad una buena idea?
El agua es un excelente líquido para apagar la mayoría de los incendios, ya que aguanta la mayor capacidad calorífica de todas las sustancias naturales: son necesarias 85 calorías para calentar un gramo de agua de 15°C a 100°C.
Donde esto se complica, es en los espacios confinados o exiguos. Cuando los grandes humaredas no pueden evacuarse, se acumulan al límite máximo, donde la temperatura puede alcanzar 500°C. Hace tanto calor que los materiales pueden incendiarse instantáneamente. Al echar agua abundante a este tipo de fuegos se produce aún más humo y puede producirse un abrasamiento general: es lo que los bomberos llaman el “flashover”.
Imagen de fuego
¿Cómo evitar este efecto perverso? Más que intentar apagar el fuego con grandes chorros de agua, es mejor enfriar progresivamente el fuego vaporizando con pequeñas cantidades. La creación de vapor entonces será compensada con la contracción de los gases enfriados. Pero aún así mucho cuidado: una contracción demasiado rápida puede causar una afluencia masiva de oxígeno, abasteciendo las llamas.
Numerosos productos químicos reaccionan con el agua, causando una liberación de gases tóxicos, o incluso que se encienden bajo su acción (por ejemplo el sodio).
Los líquidos inflamables (como el petróleo o el aceite) tampoco deben apagarse con agua. Al intentar apagar su freidora con su garrafa de agua, arriesgan proyecciones de aceite hirviendo, ya que el agua no se mezcla con las grasas.
Se apaga este tipo de fuego por eliminación del aire o por interrupción de la reacción en cadena de la combustión, con polvos, espumas, o gases específicos. Se hace se puede ejemplo “reventar” un pozo de petróleo con una explosión para par las llamas.
Se desaconseja también utilizar agua para los fuegos de origen eléctrico, ya que es muy buena conductora de corriente. Para apagar este tipo de incendio, se recurre a extintores de CO2, rellenados con dióxido de carbono líquido. Pulverizado, este último causa un importante descenso de la temperatura solidificándose en nieve carbónica.
Resumidamente, si no quieren causar catástrofe, lo mejor que puedes hacer ante un incendio en casa es llamar a los bomberos… o ser prudentes.
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