Dimite un alto cargo de Page relacionado con la planta ilegal de Chiloeches

Sergio David González mantuvo relaciones empresariales con el grupo que gestionaba las instalaciones de Guadalajara que salieron ardiendo

Madrid 12 SEP 2016 - 15:50 CEST

El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aceptará mañana martes la renuncia de Sergio David González, el todavía viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta. González sostiene que presentó su dimisión "por motivos personales" el 27 de julio. Sin embargo, el Gobierno de Emiliano García-Page (PSOE) no la ha aceptado hasta ahora, cuando se ha conocido la relación de este alto cargo con el Grupo Hermanos Layna. Este grupo gestionaba los residuos peligrosos de la planta de Chiloeches (Guadalajara), que salió ardiendo a finales de agosto. Las instalaciones estuvieron operando durante meses sin autorización ambiental y el Seprona de la Guardia Civil investiga la mala gestión que se hacía de los residuos peligrosos que albergaba, unas 20.000 toneladas. 

González ha reconocido a EL PAÍS que mantuvo relaciones empresariales con Layna hasta "hace un año y pico". Tomó posesión de su cargo en septiembre de 2015. Por un lado, estuvo al frente de una sociedad de participada por Layna, Biocombustibles del Henares. Sostiene que solo fueron siete meses y que la empresa no tuvo actividad. Según su versión, en junio de 2013 dejó de estar al frente de Biocombustibles del Henares, aunque reconoce que en el Registro Mercantil sigue figurando como apoderado, algo que considera un error. "No se revocaron mis poderes como apoderado", afirma González, quien sostiene que ya se ha trasladado la información correcta al Registro Mercantil.

Pero esta no es la única relación empresarial que ha mantenido con Layna. Admite que participó con este grupo y otras empresas en "propuestas de proyectos conjuntos" relacionadas con investigaciones de I+D+I del sector de los residuos. Esta relación se mantuvo "hasta hace un año y pico", reconoce. 

Incompatibilidad

González rechaza que exista incompatibilidad. "No he tenido participación en la fiscalización, en las inspecciones y en los expedientes sancionadores" de la planta de Chiloeches, argumenta. El todavía viceconsejero asegura que su carta de dimisión no tuvo nada que ver con este asunto y que su renuncia es "por motivos personales".

Pero cuando la presentó, el 27 de julio, ya había abierta una investigación de la Guardia Civil y la fiscalía sobre la gestión presuntamente irregular que se hacía de los residuos peligrosos en la planta de Chiloeches, que estuvo meses operando sin tener la autorización ambiental imprescindible, algo que debe fiscalizar la Junta y, en concreto, la Consejería de Medio Ambiente. Finalmente, las instalaciones fueron clausuradas en junio. Pero no por la Junta, sino por el Ayuntamiento de Chiloeches, que detectó que tampoco tenía licencia municipal