Los rastreadores de fuegos
El 15% de los incendios causados por la actividad humana son intencionados. 56 personas fueron detenidas en 2014 por provocarlos
http://elpais.com/elpais/2016/07/16/album/1468679941_892111.html
San Roque
El incendio de La Línea de la Concepción (Cádiz) que arrasó 460 hectáreas y obligó a desalojar en la madrugada del miércoles a medio millar de vecinos se originó por la quema de un contenedor cercano a la urbanización Santa Margarita, en la zona de La Alcaidesa. Pero la investigación sobre la causa no termina aquí, ahora toca tirar del hilo. En los últimos meses, otros dos contenedores han ardido en el mismo lugar. Aún hoy se aprecian en el suelo las marcas de los depósitos derretidos. Asimismo, estos actos vandálicos coinciden con las quejas de los vecinos para que coloquen los contenedores más cerca de sus viviendas. “Todo apunta a que el fuego fue provocado por un vecino que, como protesta, viene quemando los contenedores. En las anteriores ocasiones no pasó nada, pero este martes el viento hizo de las suyas”, señala Jaime Sánchez, agente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de Andalucía.
En lo que va de año, la provincia de Cádiz ha sufrido una treintena de incendios que han sido resueltos por este equipo de investigadores. “En esta profesión la experiencia es un grado. Acumulas información año tras año, incendio tras incendio”, explica Sánchez. “En esta zona, la mayoría de los fuegos son intencionados y algunos de ellos se repiten por las mismas fechas”, apunta el agente Alfonso Macías. Un paseo por los alrededores de Sierra Carbonera y Sierra del Arca deja en evidencia las cicatrices de estos incendios pasados: esqueletos de árboles calcinados, matorrales que se abren paso entre la sufrida tierra… Y ejemplo de ello también es el fuego registrado en la madrugada del miércoles en San Roque, también en la finca pública La Alcaidesa, donde el olor a quemado aún es intenso. “Desde hace tres o cuatro años se repite el fuego en esta zona. Siempre cuando cambia el viento a poniente y por el oeste de la finca. Esta vez, se han quemado 16,5 hectáreas, pero el año pasado fueron 100. Quien haya sido aprovechó que los medios de extinción estaban sofocando el fuego de La Línea, que se desalojaba a los vecinos… para venir aquí y con un mechero prender fuego”, explica Sánchez.
De los incendios en los que está la sombra del hombre, el 85,05% ocurre por negligencia frente al 14,95% de los intencionados, según la memoria de 2014 de la Fiscalía de Medio Ambiente. En los últimos cinco años, el número de fuegos intencionados ha caído más de la mitad. “Las principales razones por negligencia son la quema forestal y agraria, el mal estado de los tendidos eléctricos, el manejo de maquinaria”, enumera Sánchez. Los intencionados responden a “intereses urbanísticos, peleas por las lindes, daño a terceros, pirómanos...”. “Hay que saber diferenciar entre el pirómano y el incendiario, este último prende fuego para conseguir algo”, apostilla Macías. De los incendios intencionados de 2014, según la memoria de la fiscalía, el 41,89% fue provocado por pirómanos, cinco puntos más que el año anterior y ocho que la media del último lustro.
Pero las posibles causas no quedan ahí. Y algunas, no tan fáciles de averiguar. “En una ocasión, no lográbamos dar con el motivo del origen del fuego. Encontrábamos como seis o siete puntos de inicio en un espacio muy pequeño. Algo casi paranormal. Al final, descubrimos que fue un buitre leonado que se electrocutó con un poste eléctrico y al caer quemado al suelo e intentar volar iba creando nuevos focos”, apunta Sánchez. “En esta zona también se producen fuegos por la quema de vehículos robados, del desguace de moto…”, señala Portero. Asimismo, en la larga década que llevan en esta brigada, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, los agentes han conocido incendios provocados por la quema de animales muertos o por ritos religiosos. “En aquella ocasión, se encontraron velas, crucifijos, coronas…”, añade Portero.
Una vez descubierto el origen, el caso no está cerrado. Queda la parte más complicada: encontrar al responsable. “En el caso del incendio de La Línea, salvo que haya un testigo, ¿cómo averiguáis qué vecino ha sido? O en el de San Roque, era de noche, en una zona retirada de poco tránsito, con una carretera cercana para poder huir rápidamente….”, explica Sánchez. Según la memoria de la fiscalía, 56 personas fueron detenidas y 509 imputadas por incendios forestales en 2014, la mayor cifra de los últimos ocho años, cuando se inició la serie histórica. “No solo se investiga para encontrar al culpable, también para detectar las causas y poder así evitar otros incendios. Ver si en esa zona es necesario establecer medidas antiincendios como un cortafuego, o si se debe limitar el paso de determinados vehículos en verano”, señala Macías antes de resaltar la importancia de estudiar todos los incendios, por pequeños que sean. “Es una evidencia, pero todo incendio grande empezó siendo pequeño. Si averiguamos que ha ocurrido, podemos evitar que el incendio que aquí ha sido pequeño sea grande en otro punto por su clima o la orografía”, señala el agente, quien no confía en tener un verano tranquilo. “Todo está muy seco y la hierba ha crecido mucho”, señala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario