La naturaleza misma de las sinergias lleva a la confluencia
de dos o más elementos que pueden estar computados en una ecuación, pero que al
unirse dan como resultado, otros procesos que pueden ser desconocidos e
inesperados.
En cuanto a la afectación sobre los elementos que conforman
un incendio y sobre todo en sus orígenes, las sinergias se pueden mostrar en
forma de errores no identificables o procesos irregulares en las propias causas
de los incendios.
Es muy común encontrar sinergias en las grandes catástrofes,
donde estos procesos pueden desembocar en otros de mayor tamaño, donde suelen
ser muy dañinos. En este tipo de siniestros, no sólo intervienen los factores
de riesgo habituales, sino que otros factores como negligencias, errores o la
combinación de ambos, producen nuevas situaciones de riesgo.
Como ejemplos de catástrofes donde aparecen las sinergias y
de un modo muy reseñable, encontramos los accidentes aeronáuticos, donde a
pesar de las redundancias en los sistemas de seguridad, se siguen produciendo
accidentes. En ocasiones son resultado de fallos humanos, negligencias o
incluso sabotajes.
Estas sinergias se pueden presentar en forma muy diversas,
desde un maquinista que recibe y atiende una llamada telefónica precisamente en
el momento de realizar una maniobra de frenado o reducción de velocidad, un
operario que omite la revisión de una parte no relevante de una máquina o
incluso el estado de ánimo de un piloto comercial, que no ha descansado las
horas necesarias.
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