A presión atmosférica el dióxido de carbono (CO2) es incoloro, inodoro, no conduce la
electricidad y se caracteriza por su
penetración rápida y eficaz en el área a
proteger. Su densidad es aproximadamente
un 50% más alta que la del aire. El CO2
se almacena en estado líquido en cilindros
de alta presión. El CO2 se ha estado aplicando con mucha eficacia durante años no solamente en
el área de protección contra incendios sino también en otros usos comerciales. Aunque el uso del
CO2 como agente extintor se redujo con
la aparición de los halones, todavía se
está aplicando en muchas protecciones,
especialmente después de la firma del
Protocolo de Montreal (donde se fijaron las bases para el fin de la utilización
de los halones de extinción)
El CO2 extingue el fuego por medios físicos según dos mecanismos principales. El primero es
por reducción de la concentración de
oxigeno dentro del riesgo desde el 21%
hasta por debajo del 15%, nivel en el
que la mayoría de fuegos no pueden
mantener la combustión. El segundo mecanismo es por enfriamiento y
absorción de calor. Cuando se trata de proteger riesgos ocupados, debe considerarse el hecho de que la
inhalación de CO2, aun en bajas
concentraciones, puede provocar asfixia.
Con las precauciones necesarias para la
seguridad, el CO2 ha sido aplicado con
eficacia durante más de 50 años para proteger áreas tales como transformadores,
archivos, riesgos eléctricos, archivos
de cintas y salas de ordenadores.
Control de carga por
célula:
Los sistemas de extinción mediante CO2, pueden incluir
sistemas de control de carga del agente extintor, este control asegura el paso
total estipulado para los cilindros y la carga de agente extintor, en caso de
pérdida de peso por fugas del sistema. En caso de pérdida de peso, el sistema
de básculas da aviso a través de la central contra incendios que activa una
alarma de peso bajo en el cilindro afectado.
El control de carga por célula posee unos módulos
específicos los cuales se hacen cargo de la variación de carga que pueda tener
el cilindro. Posee un software el cual le permite tener información de cada uno
de los cilindros del sistema centralizado y ajustar el nivel de peso al cual dar
la señal de alarma, Así si el peso del cilindro disminuye por debajo del nivel
ajustado el sistema envía una señal luminosa y acústica, el cual identifica el cilindro. Con este sistema es posible comprobar
visualmente el peso de cada cilindro.
En algunos países las normativas prohíben la automatización de
los sistemas de CO2 en áreas ocupadas, en otros se encuentra permitido, siempre
que el área a inundar pueda ser desalojada mientras se actúan los avisos acústicos de
evacuación.
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